Era de esperar que no iba a ser fácil defender el título del SUPERBIKE*IDM. Sobre todo, la competencia de BMW y Yamaha ha aprendido mucho. A la mitad de la serie, dos pilotos de 3C, Xavi Forés y Lorenzo Lanzi, ocupan los puestos dos y tres de la clasificación final.
En el Nürburgring, tras numerosos experimentos con el material, el equipo se había decidido a deja correr a los dos pilotos con motos diferentes. Forés usó una variante híbrida con el chasis del 2014, el equipo electrónico del 2015, así como un tanque de la Superbike-WM. Lanzi comenzó con un material del 2014. "El potencial del material del 2015 hubiere sido también muy atractivo, pero hasta ahora no se ha tenido ninguna oportunidad de probarlo con tiempo suficiente“, dijo el jefe del equipo Karsten Jerschke.
Forés y Lorenzo llegaron a la meta del recorrido del Gran-Prix de 3.618 metros en la pista de Eifel en segundo y tercer lugar. Sin embargo, los dos corredores del 3C-Racing Team nunca habían estado tan cerca del que ocupa la cabeza del campeonato, Markus Reiterberger. Forés se encontró delante cinco vueltas de la segunda prueba, hasta que Reiterberger atacara con éxito en la curva al final de la recta de salida-llegada.
Fueron solo 1,7 segundos los que separaron al español de la victoria después de 18 vueltas. Al final, Forés intentó recuperar la posición punta, pero fue frenado por los corredores atrasados que iba adelantando.
En el Hungaroring en Hungría se corre el SUPERBIKE*IDM del 3 al 5 de julio en la segunda mitad de la temporada. Hasta entonces, el 3C-Racing Team aclarará en una prueba separada la cuestión definitiva del material y se compararán todas las pruebas con los componentes del 2015. "Vamos a intentarlo todo para dar todavía la vuelta a la tortilla. El título de campeón sigue siendo nuestro objetivo. Se ajustarán definitivamente las cuentas primeramente en septiembre en la final en Hockenheim“.